Se trata de la cantidad adicional de inventario que una empresa mantiene para cubrir variaciones en la demanda o retrasos en el suministro. Su propósito es minimizar el riesgo de roturas de stock y garantizar la continuidad operativa, especialmente en sectores con alta incertidumbre en la cadena de suministro o demanda fluctuante.
Este enfoque es clave en estrategias de inventario como el justo a tiempo (JIT) o la planificación de requerimientos de material (MRP), donde el equilibrio entre disponibilidad y costos de almacenamiento juega un papel crucial en la rentabilidad empresarial.
En Microsoft Business Central, la gestión de este tipo de stock se configura dentro de los parámetros de planificación de inventario.
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